domingo, 13 de enero de 2013

La democracia necesita una alternativa


Nuestro país, que ha mejorado en varios índices si se lo compara con el 2001 tiene muchas  asignaturas pendientes, y un cuadro internacional que aún es muy favorable, por el excepcional  nivel de los precios de los productos que exportamos (la soja principalmente), la necesidad de alimentos  en un mundo que requiere de lo nuestro, y capitales en el mundo con posibilidades de invertir en proyectos industriales, de transformación.

Tomando solo Latinoamérica ,no es casual que en la Argentina se invierta menos que en Brasil , México, Colombia, Perú, Chile, Uruguay, cuando necesitamos esos recursos para movilizar y multiplicar nuestra producción.

Es simplemente porque la política que lleva adelante nuestro gobierno expulsa, intimida, desalienta las inversiones. No solo plantea un cepo cambiario, impide las importaciones esenciales para la industria en muchos casos, un INDEC que dibuja estadísticas y toma decisiones imprevisibles, sino que no tiene políticas a mediano y largo plazo. Solo responde a lo inmediato, a lo que   tenga rédito electoral. Presiona a la justicia, asfixia y denosta al que piensa distinto, evitando el debate y la posibilidad de consensuar estrategias con perspectivas de  futuro. Domina a los gobernadores y gobernantes en general, concentrando más del 70 % de los recursos y distribuyéndolos en función de la lealtad y no de las necesidades objetivas del país.

En este marco sin reglas claras y de imprevisibilidad además se  ignora a la inflación, que va consumiendo el poder de compra de los más vulnerables, pero a la vez va haciendo menos competitiva a la Argentina, por la depreciación del dólar.

Y para completar el cuadro tomemos el tema energético, por ser el más relevante. El fracaso de la política implementada nos llevó del autoabastecimiento a la importación creciente, consumiendo nuestros ingresos del exterior que provienen prioritariamente de la soja y derivados. Situación que no se resolverá con la estatización de YPF, lamentablemente.

Es decir las medidas que toma el gobierno agravan la situación.

 Pero hay solución a  nuestros problemas

Es necesario implementar una política totalmente diferente. Plantear reglas de juego claras y perdurables en el tiempo. Respeto a las Instituciones y transparencia en la gestión pública y por supuesto un programa de transformación de nuestra estructura productiva. El DESARROLLLO, para que demos el salto de ser básicamente un país productor de materias primas, a un país industrial que integre todas las cadenas productivas además de la agropecuaria, junto a un desenvolvimiento de la educación acompañando ese proceso. El Estado debe plantear las grandes líneas estratégicas, donde la actividad privada pueda desenvolver toda su potencialidad creativa e innovadora.

Y para eso se necesita un Programa consensuado, y una herramienta política que lo lleve a cabo. Esa es la alternativa que necesitamos construir. Lo necesita la democracia para no caer en enfrentamientos estériles. No es contra el gobierno sino a favor de esa propuesta superadora.

Debemos dejar de lado mezquindades personales, asumir la política como palanca de transformación con inclusión social en serio, no de discurso. Con inclusión social a través del trabajo cada vez más calificado y tecnológico.

Tratemos de no volver a desaprovechar oportunidades históricas. Aboquémonos a construir esa alternativa  vertebrada a través de un proyecto a mediano y largo plazo, que pueda encaminarnos al Desarrollo, entendido como ese cambio de estructura  productiva, de inclusión a través del trabajo y la educación, de integración geográfica con actividades generadoras de empleo  a lo largo y ancho del país y con una infraestructura de caminos y comunicaciones acorde al siglo XXI.

No entremos en el escenario en el que nos quiere involucrar el gobierno de buenos y malos. De patriotas y enemigos de la patria. No entremos en el enfrentamiento que fragmenta peligrosamente la sociedad y dificulta enormemente resolver los problemas.

Pueden existir opiniones diversas y también puntos de coincidencia. Pero debe haber respeto por las diferencias, por el disenso

Pero no seamos meros espectadores, porque nada se construye sin esfuerzo , sin proyecto y sin decisión política.

Estamos a tiempo para empezar a recorrer ese camino de construcción de un país  mejor, compartido, tolerante de las diferencias, inclusivo.

En síntesis más justo para todos los argentinos.


Fabio Bollini

Concejal del MID

Presidente Bloque Unión por Bragado.

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